domingo, mayo 07, 2006



Estuve mucho tiempo buscando una razón para seguir adelante, para no levantarme solo porque tengo que cumplir, solo porque tengo que seguir respirando. Tanto tiempo estuve, que dejé pasar muchas cosas, personas, momentos por delante. No me di cuenta que podrían llegar a ser esa razón. Estuve mucho tiempo llorando sin lágrimas y riendo sin felicidad, estaba sola pero iba de la mano de un desconocido por quien nada sentía. Y el tiempo siguió pasando, sin importarle que yo aún buscaba esa razón, y me veía buscándola en los lugares equivocados y nada me decía. Pasaba la gente, cada uno en su mundo, caminado y empujándome sin dejar que yo avanzara en mi búsqueda, obstaculizando mi andar, bloqueando la puerta que quería encontrar. Pero, aunque sin ánimo, seguí buscando, pero buscaba lejos y no sabía que lo que esperaba estaba más cerca de mí que yo misma, porque me alejé de mi ser, me alejé de mis principios, me alejé de la verdad, para vivir la vida de alguien que no existe en esta realidad. El tiempo siguió pasando, yo seguía respirando, pero sentí un dulce aroma, que casi no puedo explicar, algo que me dijo dentro de mi corazón que lo que yo anhelaba se estaba acercando, y que el tiempo de mi se estaba apiadando. Entonces te conocí, y aquel tiempo que no me dejaba seguir, me hizo despertar y querer más de él para verte regresar. Entonces encontré mi razón, encontré mi motivo y me di cuenta que el tiempo es sabio y que te trajo a mi vida solo cuando estuve preparada para recibirte, cuando pude abrazarte y no dejarte marchar. Hoy mi razón eres tú, y es por ti que me levanto cada día, por quien respiro, por quien no quiero desaparecer, por quien no quiero dejar que ni un momento pase sin que yo me de cuenta, sin que lo vivamos juntos. Es ahora cuando entiendo, es ahora cuando comprendo todo lo que viví, porque si no huese sido así, ahora no agradecería mi alegría, no le tomaría el peso a mi felicidad. Quiero estar contigo mucho tiempo, quiero que mis sueños se vayan cumpliendo junto a los tuyos, quiero estar contigo cuando estés triste y cuando estés feliz, incluso cuando no quieras ni verme, cuando me necesites, cuando quieras simplemente tomar mi mano. Y justo ahí, quiero agradercer lo que esperé, y que el tiempo siga pasando, porque ahora estoy junto a ti.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad no he podido conocer tan cerca a la Alejandra que escribe estas palabras, pero por lo que puedo ver eres una gran mujer, llena de pasion y cargada de amor. te felicito por el don que tienes, el de expresar tan detallada y hermosamente lo que sientes por alguien a quien estimo y quiero mucho como es a mi amigo y hermano Claudio. Ojala que estos sentimientos permanezcan y perduren el tiempo... Con caroño y admiracion, su amigo Hugo