lunes, junio 19, 2006

Un regalito!

Este es un regalito para ti, la razón es que cumplimos cinco meses juntos, en realidad es un regalito para los dos, jiji!
Te amo mi amor, gracias por todo, por los momentos, por la alegría, por los recuerdos que van quedando en mí cada día. Gracias por entendermerme, estoy segura que no es fácil, gracias por quererme tanto y demostrármelo siempre, gracias por ser mi paz...
Estoy segura que vienen muchas ocasiones en las que estaremos juntos, felices o difíciles, serán guardados en un rincón de nuestros corazones, como pequeños tesoros que nos ayudarán a revivir nuestros grandes momentos.
Te amo... y es lo único que importa... y nunca nadie nos va a separar (talla interna).

domingo, junio 18, 2006





Entre cuadernos, libros y tensiones, de pronto mi mente se quedó en blanco, y en medio de esa nada solo estabas tú. Estabas ahí, abriendo los brazos para que yo pudiera abrazarte, para que yo pudiera escaparme un rato de todas mis preocupaciones y me refugiara en ti. Corrí hasta que llegué donde estabas tú y de pronto me vi dentro de mi propio corazón, que en cada latido repetía tu nombre cada vez más fuerte. Es difícil describir la paz y el equilibrio que logro sentir cuando estoy contigo, sin duda eres mejor que todas esas pastillas que me recetó el doctor o mejor que cualquier terapia de relajación. Entre cuadernos, libros y tensiones lograste devolverme la tranquilidad, tú me das la fuerza que le falta a mi cuerpo cansado a estas alturas del año, para poder seguir, me haces pensar que puedo caminar un poco más. Mi intención nunca ha sido ser una preocupación para ti, ni menos tu responsabilidad, discúlpame si alguna vez te agobié, o incluso si con mis tormentos a ti también te atormenté. No me queda nada más que agradecerte el tomar mi mano y empezar a caminar en la misma dirección, despegarme un rato de la realidad y crear un mundo en el que solo cabemos los dos, donde no tengo que rendirle cuentas ni explicarle a nadie de lo que me pasa, porque tú sin preguntar sabes lo que siento.

viernes, junio 16, 2006

Rendida...

Así terminé esta semana, casi muerta.
Ha sido todo muy difícil de un tiempo hasta ahora, no me gusta sentirme así.
Siento el pecho apretado, siento angustia y rabia, y no sé cómo manejarlo.
Me duele el corazón, siento que lo tengo todo para ser completamente feliz, y no lo aprovecho.
¿Qué significa ser feliz? A veces me siento feliz, pero a veces solo quiero desaparecer.
Esta angustia me tiene atrapada, siento que no tengo a nadie con quien contar, creo que estaré bien en algún lugar, y cuando estoy allí, no era lo que yo esperaba.
No me gusta preocupar a los que me quieren, pero me lleno de ira al darme cuenta que no notan lo que siento.
¿Acaso siempre tengo que sonreir? No me gusta tener que dar explicaciones por la cara que tengo cuando me levanto, no me gusta que me pregunten qué me pasa, pero al mismo tiempo me da rabia que no se den cuenta que no estoy tan bien como quisiera, como ellos quisieran.
No sé si quiero estar sola, estar sola me asusta, pero a veces es necesario, y yo siempre me he escapado de la soledad.
Quizás debería darme más tiempo, pensar más en mí, o no pensar tanto en mí, no sé.
Estoy confundida...
Otra vez me quedé sin palabras....

domingo, junio 11, 2006

Ausencias

Miles de pensamientos pasan por mi cabeza, miles de cosas que ni yo comprendo.
Me bombardean penas, miedos, recuerdos, ausencias. No me dejan ser libre y me quitan la paz y el equilibrio que me ha costado tanto conseguir.
Aunque todos a mi alrededor crean que soy una persona fuerte, sé que no es así.
Quizás no soy tan débil, pero ¿por qué debería ser diferente a los demás?
La vida no es fácil, pero es hermosa, y con creces se ha encargado Dios de demostrármelo.
Hay personas que vienen, hay personas que se quedan y otras que se van.
Las que se han ido se han llevado parte de mi, pero han dejado un legado que transmitiré a los demás.
Me hacen falta, no lo puedo negar, sobre todo tú papá, que te fuiste sin poder decirme te quiero por última vez. No fue tu culpa, y sé que me amaste hasta el último momento, y que ahora, estés donde estés, lo sigues haciendo.
Me hacen falta tus abrazos, me hacen falta tus consejos, tu risa, en fin, y siempre será así, pero es algo con lo que tengo que cargar, porque aunque mucho yo lo desee, sé que no vas a volver.
Hay cosas que hoy me suceden que creo solo tú entenderías y tendrías la palabra justa para hacerme sonreir.
Tu ausencia me duele, cada año que pasa no va creciendo ni se va alejando, solo se va transformando. Cambia en la medida en que yo cambio, y a veces toma mi mano y me hace recordar cosas que creí haber olvidado, que me hacen sentir que siempre estás cerca de mí.
Me gustaría poder sentarme a conversar contigo y contarte en qué estoy, qué estudio, que me gusta hacer a mis veinte años, qué proyectos tengo, a quién amo en estos momentos... Son tantas cosas que me gustaría decirte, sin duda ya no soy la niñita que se quedó aquí cuando tuviste que partir, ya soy una mujer, con ideales claros y definidos, con valores firmes, con un gran corazón.
Ya no tengo trece años, mi mayor preocupación ya no es mi vestido para graduarme de octavo básico, tengo veinte, y en poco tiempo más se cumplirá un año más sin ti, en unos años más me recibiré de Trabajadora Social, quizás luego quiera seguir estudiando o me case, voy a tener hijos, y en esos momentos será cuando la vida me regale mi proyecto más soñado, ser mamá, y no tendré la dicha de tenerte a mi lado, creo que es lo que más me lastima.
Sé que voy a ser feliz, lo único que puedo decir es agradecr a Dios haberte tenido junto a mí el poco tiempo que te tuve, creo que no pude tener un mejor padre, un mejor amigo.
Te extraño, pero la vida se ha encargado de poner en mi camino a personas que se han quedado y me ayudan, algunas sin saberlo, a comprender un poco más el porqué de tu partida.
Espero algún día volver a abrazarte, a sentir tus manos y tu voz. Espero que cuando yo tenga que partir, los que queden aquí sepan cargar con ese dolor, no quiero que los que amo sufran, y lo más importante, quiero que seas tú quien me espere con los brazos abiertos.

sábado, junio 10, 2006

Desde el primer beso que nos dimos, supe que iba a terminar por amarte, y vi en tus ojos una invitación para formar parte de tu vida.
Fue una extraña sensación, fue algo que incluso me dejó sin respiración, mi corazón latía fuerte y al apoyar mi pecho contra el tuyo, supe que dentro de ti, lo mismo sucedía.
Al tomar tus manos, me di cuenta que calzaban justo con las mías, y al abrazarte me prometí no dejarte escapar.
Fuiste como un vaso de agua en el desierto, alguien que notó que yo existía.
Nos entregamos a lo desconocido, confiamos en alguien que nunca antes habíamos visto, pero que sin duda siempre estuvo dentro de nosotros.
Nunca voy a olvidar ese primer beso, tan dulce, tan suave, tan diferente a todos los labios que me habían besado. Nunca olvidaré el cielo de aquella noche, ni tampoco el día siguiente, el primer día de mi vida que sentí que ya no volvería a estar sola, a estar sin ti.
Fue una sensación muy extraña, difícil de explicar, solo tú y yo sabemos cómo fue, solo las personas que se aman lo pueden entender.
Tus besos me quitan el aliento pero al mismo tiempo me dan vida, es hermoso que mis besos sean hoy de los dos.
Puedo recordar cada detalle de cuando te conocí, cada palabra y cada gesto como puedo recordar los bellos momentos que hemos vívido.
La historia que comenzamos a escribir, tiene mucha magia y mística, tiene cosas que nuestras mentes aún no entienden, pero que nuestros corazones sí.
Haz sacado lo mejor de mi, me haz hecho una mejor persona. He dejado de lado algunos fantamas que me perseguían y no me dejaban avanzar, eres uno de los tesoros que más cuido porque, aunque te lo he dicho miles de veces, me costó demasiado encontrarte.
Cuando no estoy bien, sé que lo mejor es que vengas y me abraces, solo un beso tuyo puede calmarme.